La sequía pasa su factura con menores resultados de preñez, costos más altos y rodeos con menor estado
La semana dejó repuntes para los precios del maíz y de la soja en Chicago por la chance de que el clima seco y cálido afecte el desarrollo de los cultivos en zonas agrícolas clave. Esto, en la previa de un fin de semana largo en Estados Unidos, lo que acentuó las compras de oportunidad de los fondos de inversión, que procuraron así aligerar su posición vendida. Para el trigo hubo altibajos, en la cuenta regresiva para el inicio de la cosecha de las variedades de invierno en el hemisferio norte.
El 31 de mayo, será el último día del tipo de cambio especial para la soja a A$ 300. Hasta el momento, ingresaron US$ 3.136,2 millones, una cifra aún lejana de los US$ 5.000 millones que esperaba el gobierno argentino para esa oleaginosa. Ese día también concluirá el beneficio del dólar diferencial para cebada, sorgo y girasol. La medida para la soja concluye esa fecha y, por el momento, no habría una intención en firme de eventualmente prorrogar ese beneficio. De todos modos, trascendió que el gobierno haría una evaluación del monto que finalmente se liquide en divisas y si hay “margen” para continuarlo. Vale recordar que el dólar soja generó, desde su primera versión en septiembre pasado, un fuerte rechazo en las entidades del campo y otros actores de la cadena por un encarecimiento de los costos de la alimentación.